En las últimas semanas, a medida que crecieron las preocupaciones sobre COVID-19, más compañías han pedido a los empleados que trabajen desde sus hogares. A medida que los gobiernos han ordenado que las empresas cierren y que los ciudadanos se auto-pongan en cuarentena, también ha aumentado la preocupación de que las ventas y los ingresos disminuyan, con ejecutivos y gerentes luchando para armar planes de contingencia e intentando que sus compañías no pierdan en el marco de la pandemia.
Consejos para adoptar el teletrabajo
Si bien hay poco que la mayoría de los empleados puedan hacer sobre la estrategia general de su empresa, podría ser un buen momento para revisar las prácticas óptimas para trabajar desde casa. Adoptar una estrategia efectiva de trabajo remoto, a su vez, puede asegurarle al jefe que continuarás entregando resultados, lo que podría aumentar tu seguridad laboral en este momento difícil.
Para aquellos acostumbrados a ir a una oficina todos los días, el trabajo remoto puede requerir un poco de ajuste. Aquí hay algunos consejos para que todos estén contentos y puedan lograrlo sin mayores dificultades:
Establece tu espacio
Un espacio dedicado al trabajo es un aspecto clave (y a menudo pasado por alto) del trabajo desde casa. Al reservar un área que se transformará en tu “zona profesional”, instintivamente pasarás al “modo de trabajo” cada vez que te sientes en dicho ambiente. Asegúrate de que esta área esté limpia y organizada y (si es posible) que nadie más la use en su hogar.
Replica el entorno de tu oficina
Si estás acostumbrado a una oficina formal podría ayudarte replicar ese entorno en tu espacio de trabajo desde el hogar. Por ejemplo, si tenías una configuración de dos monitores en la oficina, fijate si puedes hacer lo mismo en casa; Si ha traído los archivos caseros u otros medios físicos que necesitas, asegúrate de que estén aproximadamente en la misma posición frente a tu escritorio. De esta manera psicológicamente resultará mucho más facil adaptarse al cambio y nos sentiremos mucho más comodos en esta nueva modalidad que nos parece ajena por el momento.
Establecer un horario
La crisis de COVID-19 está enloqueciendo a muchos gerentes de proyectos y otras personas que creen que el trabajo no se puede hacer con la máxima eficiencia a menos que todos estén físicamente en la oficina y puedan participar en reuniones diarias. Independientemente de si ese es el caso en tu oficina, establecer un horario estricto (y apegarse a él) no solo puede ayudar a tu equipo a planificar, sino que puede convencer a tu empleador de que te encuentras totalmente comprometido a seguir logrando las metas profesionales con tus resultados mientras estás trabajando desde casa, lo que, a su vez, puede aumentar la seguridad y estabilidad de tu trabajo.
Aférrate a tus objetivos
Sí, estamos en una crisis. Sí, es totalmente natural sentirse en pánico, fuera de lugar e incluso deprimido por todo lo que sucede. Sin embargo, es clave que cumplas con tus objetivos y compromisos habituales. No tengas miedo de pedirle a tu gerente o colegas los recursos, herramientas e incluso el hardware que puedas necesitar en este extraño momento para completar tus tareas; Lo más probable es que hagan todo lo posible para satisfacer tus solicitudes ya que eso significará el éxito del proyecto y de la empresa.
Registrarse constantemente
En caso de duda, es preferible continuar con la comunicación excesiva: actualiza a tu jefe con frecuencia en todo lo que estás haciendo y si tu horario y resultados están cambiando de alguna manera. Al mismo tiempo, también asegúrate de comunicarte con tus compañeros de equipo con frecuencia. Cuando todos trabajan de forma remota, es muy fácil terminar atrapado en una “burbuja” de tu propia creación, por lo que es preferible pecar de excesiva comunicación con los colegas que de no hablar en absoluto y que los proyectos no puedan desarrollarse con normalidad.
Vestirse a diario
Ahora que hay más personas trabajando de forma remota, hay muchas bromas sobre “trabajar en ropa interior” o “ni siquiera molestarse en vestirse”. Y, sin embargo, tomarse el tiempo para vestirse y realizar tu rutina habitual de autocuidado puede ser un gran refuerzo psicológico.
Planificar con anticipación
Durante una crisis, es fácil caer en la trampa del pensamiento excesivo a corto plazo. Programa un tiempo para planear tu próxima semana, mes y trimestre. Si bien nadie sabe cuánto tiempo durará esta situación del COVID-19, hacer la mayor planificación posible a largo plazo solo nos traerá beneficios.