Una de las muchas consecuencias de la pandemia de COVID-19 ha sido un cambio drástico en la forma en que todos trabajamos: durante varios meses, quienes pueden trabajar desde casa lo han estado haciendo, y un cambio tan rápido del trabajo de oficina al trabajo remoto ha requerido muchos ajustes.
Ahora que parece que la curva se está aplanando y están comenzando las discusiones sobre la reapertura de las economías y permitir que los empleados regresen al trabajo, los especialistas y encuestadores han comenzado a observar cuáles han sido las repercusiones del cambio al trabajo de oficina remota.
Los empleados están nerviosos por regresar a la oficina
Según encuestas de expertos, está claro que un segmento considerable de los encuestados tiene preocupaciones sobre regresar a la oficina una vez que se eliminen las restricciones de distanciamiento físico. Aunque muchos están entusiasmados por regresar a la oficina, está claro que las empresas tendrán que realizar esfuerzos concertados para que los empleados se sientan seguros si quieren que la fuerza laboral regrese por completo. Algunas ideas sobre cómo las oficinas pueden apoyar el distanciamiento físico incluyen la implementación de un sistema de turnos rotativos donde la mitad de los empleados entran los lunes y miércoles, por ejemplo, y la otra mitad los martes y jueves.
Divisiones generacionales y laborales
Tal vez como era de esperar, los resultados de las ultimas observaciones mostraron que los sentimientos no se compensaron de manera uniforme a través de líneas generacionales, ni a través de diferentes puestos de trabajo. Curiosamente, muchas de las respuestas no reflejaron supuestos típicos sobre los diferentes grupos.
Por ejemplo, los más jóvenes (18-29), que generalmente se consideran tecnófilos, tenían más probabilidades de decir que el trabajo remoto no reemplazaría a las oficinas físicas (41%), mientras que sus colegas mayores y presumiblemente más tecnofóbicos (45-60 ) tenían más probabilidades de decir que sí lo haríam (45%).
La nueva normalidad en el trabajo
La pandemia ha provocado un cambio en muchas ideas arraigadas sobre el trabajo de oficina. El trabajo remoto de repente parece una opción mucho más viable que en el pasado, particularmente cuando las empresas vuelven a evaluar la situación de tener arrendamientos costosos durante una recesión económica.
El trabajo de oficina en persona continuará teniendo un lugar en el futuro, pero será necesario implementar cambios si los trabajadores se sienten seguros de regresar. Es probable que cierta fusión del trabajo remoto y en persona se convierta en la nueva normalidad, al menos por un tiempo.